Es un hecho que hoy el espectro de los derechos humanos se ha extendido ha sectores insospechados. Desde el planetamiento de algunas acciones afirmativas a principios del siglo pasado, algunos grupos de la sociedad han tomado como propia la lucha por los derechos, en algunos países esta labor activista ha tenido la participación directa de juristas, en otros por el contrario se ha evitado incluirlos o ellos mismos han visto con malos ojos a tales grupos.
La idea de los derechos ha generado una cultura más bien performativa que real, un discurso que a veces ha sido manipulado por el Estado y también por algunos grupos de la sociedad civil, los derechos tienen su parte de rentables.
Un mecanismo muy explotado por los activistas de derechos suele ser el internet, por la incapacidad de muchos gobiernos para procesar toda la información que ahí se contiene, lo que permite a las organizaciones una operación más tranquila, pero también porque a través de la red puede llegarse a muchas personas las cuales pueden contribuir con su apoyo moral, activo e incluso económico, con las diferentes demandas sociales involucradas en las organizaciones de activistas.
Todos los cibernautas algunas vez han sido increpados via correo electrónico o por banners a unirse alguna lucha social, las famosas cadenas que en algunos casos pueden monetizarse, son una constante para quien utiliza internet. Pero en la red existe de todo, y a veces es complicado evaluar con objetividad las buenas intenciones de algunos activistas. La propia red puede servir para desenmascarar a algunos y aun así puede estarse a una opinión común mutable y manipulable. Ciertamente, la riqueza de internet, por ahora, es su dialéctica, normalmente puede encontrarse información que acredite o desacredite hechos sobre los que se sustentan las luchas sociales.
En días recientes en el pueblo de Tlalpan, ahora absorbido por la Ciudad de México, se presentó una "Muestra pictórica" del grupo religioso "Falun Dafa" o "Falun Gong", una denuncia a través de lienzos que representan actos de tortura y muerte que han enfrentado miembros de dicho grupo que ha sido catalogada por el gobierno chino como una organización criminal que lava los cerebros de sus miembros haciéndolos anarquistas y violentos, y cuyo lider persigue sólo poder político.
La muestra pictórica tiene un resultado evidente, sensibiliza al observador y obviamente genera bastante curiosidad (morbo) acerca de este grupo y el porqué ha sido sometido a dichos tratos inhumanos, digamos que las imágenes mueven.
Por la mente del observador pasan cuestiones como proselitismo religioso, pero también la noticia generalizada de la constante violación a derechos que perpetra el gobierno Chino, continua la curiosidad. No hay otra opción, recurrir a internet para enterarse más del problema. El observador puede hacerse una idea después de seleccionar alguna noticias sobre el caso, y tal vez tomar partido y pasar a las acciones: correos electrónicos, foros de debates, etc De cualquier modo siempre está presente la teoría del complot y la posible manipulación de la información y de la opinión pública o peor aun la idea de ser controlados y leidos desde alguna oficina de inteligencia por el "Gran Hermano".
Lo que no podemos negar es el impacto y trascendencia de la red como un mecanismo para generar una cultura de los derechos humanos, un ejercicio cotidiano por el cual estamos sometidos a intereses, intenciones (buenas y malas) y en fin, a muchas imágenes que van moldeando nuestro criterio de las cosas.
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