Por José Ramón Narváez H.
Hay otra vida más allá
de la vida es la cultura que da fuerza y energía,
un ser humano no lo es
todavía, si es que la cultura no le da sabiduría
(La Sarita, Identidad)
1.
Una
investigación de la cultura popular
Vamos a jugar con algunos
elementos que se encuentran en el imaginario colectivo sobre la cultura huanca,
a través de este ejercicio podemos ir situando algunos de los elementos
que por mímesis llegan a los pobladores
actuales de esa porción del Perú que podrían sentirse identificados con dicha
cultura, es decir, se trata de una visión de la historia de la cultura jurídica
actual que se reconstruye a partir de su propia reflexión sobre la identidad y
que va siendo performativa en la cultura actual. Ahora bien, el ejercicio que
intentaremos hacer será desde las percepciones no tan ortodoxas del viajero,
conocemos los riesgos, puesto que muchas veces el extranjero puede reconstruir
observaciones a partir del marco hermenéutico que le aporta su propia cultura,
sin embargo, en este caso algunas de esas observaciones son de índole
antropológica y muy similares de las que hemos tenido oportunidad de asistir en
otros puntos de Mesoamérica –el que escribe es mexicano y en su momento
profesor de historia del derecho prehispánico para sumar al argumento de
autoridad en su caso-; por otro lado célebres viajeros utilizaron un método
similar en otras épocas e incluso sus observaciones son consideradas hoy en día
precursoras de la antropología y etnología contemporáneas, sirvan dos ejemplos
muy destacados: Bernardino de Sahagún en el siglo XVI con los pueblos indígenas
mexicanos y Alejandro Von Humboldt quien a finales del siglo XVIII recorrió Sudamérica,
desde Caracas hasta las fuentes del Orinoco y desde Bogotá a Quito por la
región andina, y las colonias españolas en México.
Serán entonces estas
observaciones hechas de las primeras percepciones de lo visto, de los dichos y
las sensibilidades, de las charlas y las imágenes.
2.
¿Qué
se dice de la cultura huanca?
Comenzamos con un hito histórico
construido a partir de los escritos de Waldemar Espinoza quien aseguró que
existió un Reino Huanca entre 1000 D.C y hasta el siglo XV (Espinoza W.: 1997),
para algunos, incluso esto supone la creación de un mito sobre dicho reino
(Perales, M.: 2011) esto supone que existe un debate acerca de la magnitud
sobre la cultura huanca originaria, se trataría de establecer los “deslindes”
con asuntos como el sometimiento de este reino al imperio Inca y los acuerdos
que este reino tuvo con la corona española durante la conquista, aquí por
ejemplo ya comienza a surgir el derecho y el análisis cultural: los huancaínos
presentan un orgullo particular, una identidad que los caracteriza, hay un una
idea de la pertenencia regional, una historia matria como la denominaba Luis González
y González; esto se debe a que gracias a la asistencia prestada a la corona
española las región huanca recibió autonomía y reconocimiento, se trata del
derecho castellano que otorga estos privilegios a manera de un derecho
internacional público que respetaría a las autoridades y forma de
administración local, la cuestión es que si bien esto es fácil detectarlo en el
imaginario, también está presente la idea de una disolvencia cultural, a partir
de la llegada de los españoles la cultura huanca desaparece en cierta medida, o
al menos queda mimetizada. Esta supondría que los elementos jurídicos de la
cultura huanca comenzaron a disolverse pero seguramente algunas cuestiones
perviven en el imaginario. Se dice que la cultura huanca se organizaba en torno
a un Ayllu a través de un sistema patriarcal pero con una fuerte carga
colectivista, el jefe del Ayllu ejercía un protectorado que concentraba todos
los poderes pero existía un consejo de ancianos al que debía respetar y que
hacía las veces de contrapeso, el jefe tenía sobre todo una importante función
de carácter agrario-hereditario, puesto que la cultura huanca basaba su
economía en la agricultura y en parte en la ganadería, era muy importante el
reparto de las tierras, el jefe otorgaba a los recién nacidos la tierra que
iban dejando los fallecidos. En la cultura jurídica actual y a pesar del sinfín
de influencias de la cultura individualista, aún se conservan rasgos del
trabajo colectivo, quizá lo más palpable se da en la organización de
festividades pero hay muchas otras manifestaciones que lo demostrarían.
3.
Observaciones
a partir de la visita al Parque de la Identidad Huanca en Huancayo
Huancayo ofrece algunos puntos
turísticos de interés que pueden darnos algunas ideas sobre el imaginario que
se cierne sobre la cultura huanca-huancaína. Torre Torre, lugar mítico creado a
partir de algunas formaciones rocosas que asemejan las torres de un castillo,
es considerado un lugar en el cual pudo ser enterrado el tesoro de los antiguos
huancas, la historia nos dice que cerca de Jauja pudo existir la capital del
reino el cual no sólo era vasto sino también rico y poderoso, los herederos
actuales de esa cultura pueden sentirse orgullosos de tener noticia de una
sociedad organizada que llego a triunfar de algún modo, es posible crear un
orden jurídico-político que permita vivir con justicia.
El Parque de la Identidad Huanca
es más bien reciente pero también puede darnos luces. Su construcción data del
año 1992 concluyéndose en 1996, cuando era alcalde el Sr. Pedro Morales
Mancilla, mencionamos este dato porque en la información que aparece en
internet es más recurrente encontrar durante que gobierno municipal se realizó
que al arquitecto, pero ahora veremos porqué. La sensación que tuvimos al
cruzar la puerta del parque era su similitud con el Parque Guell de Gaudí
–suposición que puede incluso ser documentada (Damián, Y.: 2010)-, por sus
formas curvilíneas, el uso de la piedra incrustada y algunos detalles que
simbolizan a la naturaleza; en ese momento nos ubicaríamos en un espacio
heredero de cierto surrealismo, en este caso quizá realismo mágico y que sería
muy acorde con el posible objetivo de los realizadores del parque, simbolizar a
una cultura más ligada con la naturaleza y factores míticos de pueblos
originarios, pero hay algo más explícito en este parque, pues se encuentra
dedicado a la cultura huanca, en este caso específicamente a la cultura
musical, que desde los huancas originarios es un meme propio de esta cultura que se identifica con la elaboración de
instrumentos y la creación musical. La otra cuestión explícita es que se trata
de un Parque-Jardín, lo cual lo dota de cierta vivacidad, pues requiere de un
mantenimiento cuidadoso para que transmita el propósito para el que fue
construido, además las plantas que ahí se encuentran están ligadas a la
herbolaria regional, otros de los posibles hitos de la cultura. El último
elemento sería la artesanía, están representadas las piezas artesanales típicas
de la región como es el caso de un gran mate burilado representando escenas
cotidianas del quehacer de la población
Pasemos ahora a la cuestión de
los realizadores: en la placa de ingreso aparecen el arquitecto Luis A. Cano
Aliaga y el Ing. Forestal Máximo Jhon Lizárraga y el Arq. Residente Lucio Mamani
Ccalla, pero están también los de las 45 personas que ayudaron en el proyecto “…a
la manera de los antiguos constructores medievales, que duchos en cada aspecto
y parte, contribuían a la edificación del conjunto. Aunque si se debe señalar
precedentes más cercanos, se podría mencionar el Parque Guell de Gaudí, e
incluso las obras de los mismos arquitectos en el Cerrito de La Libertad en el
propio Huancayo, donde se ensayan algunas propuestas que luego mejoran en este
conjunto y el Parque del Amor en Lima que curiosamente fuera dirigido por el
pintor Víctor Delfín, con la participación de estudiantes de arte y no por arquitecto
alguno” (Damián, Y.: 2010). Como se nota un trabajo colectivo sobre el que se enfatizó
al colocar la placa y luego en la reseña sobre el Parque, identidad de la
identidad.
Al parecer en 2011 un nuevo
alcalde intentó restaurar el parque, lo que suscitó un debate sobre la
intervención que se realizaría al mismo y una posible alteración, como lo
mencionamos por las características del Parque es necesario un mantenimiento
constante, ciertamente lo mejor es respetar la idea original pero siendo un
espacio público seguramente en el futuro ira ajustándose a las circunstancias y
los gobiernos municipales tendrían que buscar que la sociedad huancaína se
empoderara del parque, que al final es buscar que se identifique con él, y así
debiera ser con el derecho y con todos los productos destinados a una sociedad,
pues sino son utilizados por esta entonces sólo fueron creados para beneplácito
del gobernante.
4. Una somera conclusión
El derecho se
encuentra en todos lados, sólo falta mirar. La composición de los paisajes, con
sus tierras cultivadas ya nos habla de contratos y de futuros actos jurídicos,
los mercados, las fiestas populares, la arquitectura de las ciudades, en los
espectáculos callejeros, y en un sinfín de otras manifestaciones de la cultura
subyace una imagen del derecho y de la justicia, se trata de un corpus
audiovisual que está disponible para todos y que en su momento puede leerse, se
verá que no sólo es entretenido sino muy ilustrativo y aleccionador. La cultura
huanca-huancaína es culinaria, musical, colectiva, artesanal, herbolaria y
otras muchas cosas que ahora se quedan en el tintero; la cultura jurídica tiene
todos esos tintes, sabe a papa, apela a los oficios tradicionales plasmados en
el mate burilado, conoce sus mitos y deidades y quiere transmitir
melodiosamente los ideales sociales de justicia, si no es así, bien podría
serlo.
Bibliohemerografía
-
Damián Peinado, Y. “Sobre el Parque de la
Identidad Huancayo”. Revista 1/2 de Cosntrucción (2010). Disponible en: http://hananwanca.blogspot.mx/2010/10/sobre-el-parque-de-la-identidad.html
consultado el 8 de julio de 2014.
-
Espinoza Soriano, W. (1986). La destrucción del
Imperio de los Incas. Lima: AMARU Editores.
-
Espinoza Soriano, W. (1971). Los Huancas,
aliados de la conquista. Anales científicos de la Universidad del Centro del
Perú, 1.
-
Espinoza Soriano, W. (1997). Los incas.
Economía, sociedad y Estado en la era del Tahuantinsuyo. Amaru Editores.
-
Perales Munguía, M. (2011). El antiguo
"Reino Huanca": deslindes y alcances sobre un mito en la historia
prehispánica del valle del Mantaro. Apuntes de Ciencias Sociales 01(01).
Disponible en: https://www.academia.edu/1220980/El_antiguo_Reino_Huanca_deslindes_y_alcances_sobre_un_mito_en_la_historia_prehispanica_del_valle_del_Mantaro
consultado el 8 de julio de 2014.
* Agradecemos a la Universidad Continental de
Huancayo en especial a Verónica Marraché, Mercedes Gutarra y Armando Prieto el
haber hecho posible la visita a esa región con motivo de sendos eventos sobre
cine y derecho en los que participó el colega y amigo Eddy Chávez Huanca.
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