miércoles, 26 de noviembre de 2025
Derecho y arte V - Colex Open Access
jueves, 12 de octubre de 2023
Democracia animal: a propósito de Sweet Tooth
Por José Ramón Narváez H.
No voy a insistir más en
el hecho notorio de que la ciencia ficción es una fuente rica en enfoques prospectivos,
planteamientos novedosos y posturas creativas; ahí encontramos modelos
societarios, formas de organización política y sistemas jurídicos de toda
índole. Por ejemplo, Ursula K. Le Guin en 1974 escribió Los desposeídos una
ficción futurista y distópica proponiendo modelos políticos basados en la
exacerbación de los problemas contemporáneos.
Hoy, vengo a proponerles
el análisis de Sweet Tooth un cómic de DC, creado por Jeff Lemire y
transformado en serie televisiva por Jim Mickle para Netflix en 2021.
En un mundo
postapocalíptico y posterior a una pandemia, que muchas personas adjudican a
los híbridos, personas mitad humano, mitad animal. Una fábula oscura live
action con tintes sociales y políticos. Los humanos no hemos aprendido,
después de manipular y querer controlar la naturaleza seguimos cometiendo
errores imperdonables, el más importante quizá, buscar nuestra subsistencia sin
reparar en todos los demás seres vivos, incluso en los de nuestra misma
especie, basando nuestra capacidad de asociación en la apariencia. Lo híbridos
son inteligentes, pero eso no cuenta al momento de cazarlos, previa
criminalización.
El mundo se ha tornado
inhóspito y los sobrevivientes se han tribalizado, los gobiernos han
militarizado el poco espacio habitable y civilizado y abiertamente se han unido
a las empresas biotecnológicas que sin escrúpulos generaron el caos. La única
cultura cívica visible es la de todos contra todos, sálvese quien pueda; el
modelo capitalista en su máxima expresión.
Voy a referirme al
episodio 4 “Salsa Secreta” donde nuestro protagonista descubre una comunidad de
adolescentes que en el “fin del mundo” se quedaron huérfanas y huérfanos, la
mala gestión medioambiental de la generación anterior llevo a la parcial destrucción
de la tierra, ahora se han organizado para tener una organización social muy
horizontal a través de asambleas y tratando de proteger a los híbridos; el
capítulo tiene muchos elementos que rememoran a la célebre novel El señor de
las moscas, aunque aquí el liderazgo es mayoritariamente femenino. Esta
comunidad es un oasis en un desierto de caos, aunque ciertamente no han
abandonado la violencia y tal vez la moraleja es justo esa, que toda violencia
ínsita en una revolución termina por consumir a sus creadores.
Hoy bajo el nombre
democracia animal, encontramos distintas propuestas: por un lado, los
potenciales aprendizajes de algunas especies animales respecto de su
organización social, y es que nuestras democracias adolecen de tantas cosas, pero,
sobre todo, se encuentran en un impasse creativo, así que tal vez, si
miramos a otras especies con mayor apertura tal vez aprendamos algo nuevo.
Es posible que el
antropocentrismo y nuestra tremenda arrogancia nos haga pensar que somos la
crema y nata del mundo animal, pero somos la única especie capaz de terminar
con el mundo.
Por otro lado, bajo el
membrete democracia animal, encontramos planteamientos a través de los cuales
se propone la consideración de las especies animales cada vez más juegan un
papel determinante en la vida cívica; un gran sector de la humanidad socializa
con y a través de animales de compañía que representan un factor determinante
en sus vidas; desgraciadamente el mercado encontró una nueva manera de
manipularnos emotivamente apelando, otra vez, a nuestro egoísmo.
En cualquier caso, es
urgente reinventarnos, y reinventar la democracia, que siempre será animal
porque nosotros no hemos dejado de serlo; y eso no es algo peyorativo, por el
contrario, urge reorganizarnos para evitar nuestra extinción, y eso será sólo posible
creando sistemas democráticos donde necesariamente estén consideradas las demás
especies, lo que decidamos en conjunto políticamente les afecta y viceversa, lo
que les suceda repercutirá faltamente en nuestra existencia.
jueves, 5 de octubre de 2023
Isla de Perros: una fábula electoral
¿Por qué esta película?
Wes Anderson se ha consagrado ya en el cine contemporáneo
como un narrador distinto. En Isla de Perros lo demuestra con creces. La
técnica del stop motion, y el diseño
realista de los perros, permiten una interacción permanente con el espectador quien
sólo puede entender a los canes, otros diálogos eventualmente son traducidos,
la idea, es que quien mira la película asuma la perspectiva de los perros. Los
intertítulos, la música y el formato dividido en capítulos de la obra; le dan
un tinte peculiar, como si se tratara de un documental
Anderson ganó el Oso de Plata en la categoría de mejor
dirección. La cinta fue nominada a los Globos de Oro en las categorías de mejor
largometraje de animación y mejor banda sonora original. Las voces que dan vida
a los personajes son un gran reparto: Bryan Cranston, Koyu Rankin, Edward
Norton, Bob Balaban, Bill Murray y Jeff Goldblum.
La película discurre dentro de la re-elección de un
alcalde en la imaginaria ciudad de Megasaki, dentro del territorio japonés, 20
años en el futuro.
Historia
de una elección muy perra
El alcalde de la ciudad, Kenji Kobayashi, a través de un
decreto, declara “estado de emergencia” a raíz de la diseminación de un virus
que afecta a todos los perros; los canes serán exiliados en una isla que hasta
ese entonces sirve de basurero a la ciudad. Un científico de apellido Watanabe
es el opositor político del alcalde en la venidera elección; él está en contra
del exilio y aboga por una solución distinta, de hecho, busca la cura contra la
gripe canina. El candidato opositor es asesinado. El candidato oficial tiene el
camino libre, controla los medios de comunicación a través de ellos difunde
falsas noticias que han llevado al electorado a formarse una sola versión de
los hechos públicos.
Un grupo de estudiantes de nivel medio, liderados por una
becaria extranjera emprenden una búsqueda de la verdad, de ese modo se enteran
de la existencia de la cura de la gripe, enfermedad que durante la película
sabemos fue creada por el propio gobierno ayudado por una sociedad secreta de
amantes de los gatos que controlan la industria mecatrónica que ha creado los
perros robots que sustituyeron a los reales y que sirven para controlar a la
población.
Los perros son las grandes víctimas. Envenenados,
criminalizados, exiliados, asesinados; son objeto de una campaña política
negativa, utilizados como pretexto para políticas públicas “genocidas”; este es
el punto central, los perros son el símbolo de sectores sociales pauperizados y
cosificados en algunas campañas electorales.
Podríamos decir que se trata de una “elección de Estado”,
todo el aparato gubernamental está volcado para conseguir la reelección de
quien lo dirige. Crímenes electorales de suceden uno a otro, desde la
desaparición del opositor Watanabe, la manipulación de los medios, hasta el uso
de la fuerza pública para intentar reprimir a los disidentes.
Los
valores cívicos y sociales detrás de la lucha canina
El perro por excelencia es asociado a la virtud de la
lealtad. Expuestos a un entorno violento, reconducen su lealtad hacia sus
compañeros exiliados.
Rex, King, Duke, Boss y Chief forman parte de una jauría
que intenta sobrevivir y cuyas decisiones son siempre sometidas a votación. Un
niño de 12 años de nombre Atari, pupilo del alcalde, busca a su perro Spots, la
jauría decide ayudarlo en la búsqueda, emprenden un viaje peligroso a los
confines de la isla donde se rumora que existe un grupo de perros caníbales que
tienen secuestrado a Spots. Durante el viaje el grupo se divide y eso genera
una relación de amistad entre Chief y Atari; el perro hará un ejercicio de
retrospección para volver a confiar en los humanos.
También la gran jauría que habita la fábrica trabaja en
equipo, son perros que sobrevivieron a la experimentación animal y tienen
lesiones permanentes; entre ellos se apoyan y ayudan.
La moraleja es clara: la unión hace la fuerza. Es una
película que no puede pasarse por alto, sobre todo para quien gusta de lo
electoral, además es familiar y permite una discusión abierta de muchos temas.
Los animales pueden enseñarnos mucho.
lunes, 19 de diciembre de 2022
El Reggaetón y la Democracia: El caso Puerto Rico
Algunas veces la música se convierte en un detonante para
movilizar a las personas, para canalizar sus sentimientos políticos, no pasa
muy seguido, pero cuando pasa se convierte en algo sublime, porque la cultura,
las expresiones artísticas y la política llegan a coincidir. Tal vez esta idea
la asociemos con la lucha por los derechos civiles ligada primero al jazz y al
blues y luego en los 60´s a través del rock; pero ¿al reggaetón podríamos
atribuirle el hecho de lograr un cambio en el gobierno este año en Puerto Rico?
El gobernador de la isla, Ricardo Rosselló Nevares,
renunció a su cargo después de 12 días de protestas en las que destacados
músicos y artistas se unieron para protestar en torno al peculiar ritmo
musical. René Pérez (Residente) exvocalista de Calle 13, convocó a un gran
número de personas para manifestarse en contra de los dichos homofóbicos y
clasistas del gobernador y su staff, además de los desvíos de fondos, la mala
administración y el pésimo manejo de la crisis que dejó el huracán María que
provocó muchas muertes (más de 4600), de las que incluso el gobierno se burló.
En esos días salieron a la calle cerca de 600 mil personas que se arremolinaban
el Plaza Fortaleza para escuchar el reggaetón de protesta.
Entonces un joven reggaetonero, Benito Martínez, mejor
conocido como Bad Bunny incendió las redes sociales con un mensaje en el que
decía que dejaría su carrera para acompañar la lucha política, en Barcelona,
sus seguidores pidieron la renuencia de Roselló. Junto con Residente e Ile, elaboraron
una canción que titularon “Afilando los cuchillos” (algunos medios la llamaron:
banda sonora de la rebelión) que comienza con el sonido del afilador de la
calle, muy cercano a nosotros los latinoamericanos. En pocas horas, el tema era
viral.
Al movimiento musical se unieron entonces: Ricky Martin,
de quien el gobernador hizo comentarios homofóbicos; Daddy Yankee y Nicky Jam,
el primero incluso recitó en un concierto textos de la Constitución de Puerto
Rico; el rapero PJ Sin Suela con la canción P.U.T.A. que criticaba los
comentarios misóginos de Roselló. Farruko, Anuel AA, Kendo Kaponi, Wisin y to'
Puertorro, Luis Fonsi y Olga Tañón.
12 días de perreo, reggaetón y consignas políticas; en un
ambiente festivo, aunque de indignación, con la policía muy cerca pero también
involucrada por los cantantes quienes les recordaban que también son pueblo. Algunos
hablaron de la primavera puertorriqueña. Lo cierto es que al paso de los años
2019 será recordado como el año en el que los puertorriqueños derrocaron a un
gobierno que no querían y que la música de fondo fue el reggaetón; ciertamente,
las redes sociales jugaron un papel fundamental, pero no podemos negar que la
música tuvo un lugar importantísimo en este movimiento democrático.
Te dejamos el himno de esta primavera puertorriqueña:
https://www.youtube.com/watch?v=RSh7HIH2pvg
martes, 9 de agosto de 2022
viernes, 14 de enero de 2022
lunes, 13 de diciembre de 2021
LA REGULARIDAD TEÓRICA DESDE EL INFRAREALISMO
Por Juan Ignacio Bilbao Vázquez
Desde hace
unos meses he escuchado en diversos espacios que el derecho se ha convertido en
algo frío, deshumanizado y que había perdido su dimensión cultural. Lo que
llamo mucho mi atención y me hizo reflexionar ¿A qué se debe esta evolución tan
extraña que esta presentando el derecho? Pareciera que se está presentando un
proceso de petrificación y desde mi perspectiva se le está escapando el alma
(de manera metafórica lo digo).
Al infrarrealismo lo entiendo como
una unión de actitudes, una postura de vida y una forma de hacer algo. Es
cierto que surge en la poesía con la idea de que la revolución necesita el
motor de la poesía.
Entonces en el entendido de que lo
“infra” es una unión actitudinal, puede decirse que es una filosofía que no
solo debe quedarse en el arte literario para expresarse, sino que la podemos
practicar en cualquier otra cosa. Situación que obliga a ser disruptivo y a
cuestionar el statu quo del fenómeno que observamos.
En razón de eso es que se justifica
el impulso de teorías jurídicas que nos son propias al contexto mexicano, es
así como he alimentado mi curiosidad por explorar teorías como el necro derecho
y la otra forma de argumentar los derechos humanos.
Debo decir que esta exploración que
describo me hizo preguntarme ¿Solo debemos crear teorías jurídicas propias?
Pienso que ¡No! Porque al hacerlo así estaríamos aislando el derecho de otras
disciplinas sociales, como si estuviéramos reformulando la teoría pura del
derecho de Kelsen. Desde mi época estudiantil siempre pensé que la teoría pura
fuera tan pura, porque siempre escuchaba en clases, la frase: “Dame los hechos
y te daré el derecho”, lo que entrañaba algo que me parece interesante: El
derecho surge de los hechos.
Si el derecho surge de los hechos,
como me inclino a pensar, entonces hay que comenzar a buscar desde donde
tenemos que crear nuestras propias teorías que nos ayuden a resolver nuestros
problemas. Esto significa que surge una necesidad imperiosa de desmitificar a
Kelsen, no porque esté equivocado o sea malo, solo porque es necesario.
De manera superficial, considero que
todos estos ilustres académicos, teorizaron de acuerdo a su realidad, con sus
particularidades, que no necesariamente deberían ser las de nosotros. Con esto
no estoy diciendo que tiremos sus enseñanzas a la basura, de ninguna manera,
solo que digo que lo tomemos como son: Referencias y que a partir de allí
tomemos el atrevimiento de teorizar nosotros.
Para comenzar a desmitificar a
Kelsen, me atreveré a utilizar sus propias armas ¡La teoría de la regularidad!
Considerando lo anterior, es necesario formular teorías de Estado, teorías
políticas, jurídicas y sociológicas. Pero ¿Por dónde comenzamos a teorizar? Mi
sugerencia es que, si aceptamos que el hecho es el padre del derecho, entonces
hay que resolver de donde viene el hecho.