viernes, 23 de diciembre de 2016

El Infrarrealismo jurídico: Una propuesta contracultural



2014 año fatídico de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, ese año nació el Infrarrealismo Jurídico. 2016 el movimiento se constituye en Colectivo y se presenta oficialmente en las V Jornadas de Filosofía del Derecho de la UNAM. 2017 el colectivo presenta "necroderecho" un ejercicio de catarsis en el Museo Nacional de Arte (INBA). 

El nombre tiene que ver con el movimiento literario encabezado por Roberto Bolaño Ávalos y Mario Santiago Papasquiaro. La novela Los detectives salvajes, de Bolaño, cuyo protagonista es una estudiante de derecho que se decanta por la poesía representa para el Colectivo la pauta de lo infrarreal: “Déjenlo todo…” la emancipación.

Si lo infrarreal literario trata de humanizar lo humano, lo infrarreal jurídico busca llevar el derecho al campo de las grandes batallas humanistas, donde normalmente está el arte, por eso nosotros también decimos: “Déjenlo todo nuevamente”, empecemos cosas nuevas, vamos a crear, busquemos nuestra propia identidad en la cultura y seamos de alguna manera pepenadores del derecho, recolectando aquello que nuestros colegas por violencia epistémica dejaron de mirar, aquello que está más abajo, que tiene que ver con nuestras raíces. Reciclamos eso donde ha quedado gente marginada, marginada no solo por el arte y la filosofía, sino por el derecho, esos excluidos, esa gente que el derecho no ve con buenos ojos, porque los ve como un peladaje, no quiere acercarse a eso, no sale de las aulas, no sale de los textos.
Nuestro colectivo busca el despertar, salir a la calle, ir a donde está el derecho vivo y en ese sentido despreciar el derecho visto como un asunto taumatúrgico y fetichista, verlo, más bien, como un fenómeno cultural, un asunto más humano.

El colectivo ha realizado 3 Coloquios, Cine debates, Camabaleche de libros y películas, y mantiene un foro parmente de discusión en el Posgrado de Derecho de la UNAM con participación de profesores y estudiantes de Filosofía, Ciencias Políticas, literatos, realizadores de cine, personajes de la cultura popular, etc.


Este fue nuestro manifiesto inicial:

Déjenlo Todo, Otra Vez… y compártanlo

Para todos los detectives salvajes, en busca de un Derecho radical, que pregunte, transforme, ame todo lo que cuida y cuide todo lo que el ser humano ama.

La escuela “Infrarrealismo Jurídico”, pretende la reflexión como un desafío a usar el cerebro, un estímulo a no aceptar la corriente de opinión hegemónica sin al menos reflexionarla, debatirla y falsearla.

Puntos de tensión:

El derecho al adherirse a una idea ilustrada, burocratizarse y constituirse en una ciencia autónoma en la enciclopedia del saber, sacrificó un elemento importante que es la comunidad, el sentido común y los sentimientos que no es sino el cuestionamiento del YO a través del OTRO.

Rechazamos cualquier idea ilustrada de lo jurídico inclusive aquellas posturas que no han intentado sino recomponer y regenerar el derecho en sus crisis. La modernidad ha contaminado el derecho, lo que no compartimos, el derecho necesita dialogar con aquellas manifestaciones estigmatizadas y anatemizadas por su “irracionalidad” por revelarnos aquella “naturaleza humana” la que el sistema del derecho le estorba, le teme.

El derecho como diálogo con la totalidad
El derecho y su ciencia (prudencia), no puede darse el lujo de no voltear a dialogar y servir a TODAS las personas, parejas, familias, comunidades, ciudades, estados.
Debe servir y dialogar con todas las lenguas, culturas, discursos, modelos e ideologías.
Debe convivir, alimentar y alimentarse de todas las ciencias, artes y medios para comunicar.

Derecho como constructo social
Los seres humanos somos inacabados y el derecho al ser un producto colectivo, social, también es inacabado pero constructivo; volviéndonos conscientes de esa incompletitud conocemos, aprendemos y creamos. Somos objetos y sujetos del derecho, de su creación e investigación.

Derecho como secreto
El derecho es un secreto, incluso para el propio abogado. Es hermenéutica, código y encriptación. Es público, pero no al alcance de todos. El derecho debe servir y comunicar a TODOS, la publicidad y divulgación del derecho deben ser una máxima prioridad si pretendemos que la gente construya por si misma las mejores manera para servir y servirse mutuamente.

Derecho como reflejo de la realidad
El derecho sale del pueblo, es producto del proceso democrático, de la observación (muchas veces parcial y sesgada) de la problemática social, económica o personal. Las personas son tan fieles al derecho, como fiel a las personas es la propia norma.
Es el reflejo más fiel de nuestra ignorancia, miedos, fobias, prejuicios y fanatismos; o también de nuestros más grandes sueños y esperanzas.

Derecho como ficción de ficciones
Narrativa de la narratividad misma, el deber ser de la narratividad social, de nuestros roles y papeles, mediados por más guiones de los que posiblemente nadie podría memorizar, mucho menos dominar completamente. A eso todavía le buscamos juicio, parámetro, y en los casos más trágicos, anomia, falta de guion.
El derecho debe y puede construir y construirse de maneras más cercanas, consientes y justas para todas las realidades a las que sirve.

Derecho como juego
Experiencia, mediación, diversión, la finalidad del juego es regular la pasión y el placer de jugar, para poder seguir jugando mientras se obtenga placer. Ver el derecho como juego es ver la finalidad de la vida como el placer, y sus reglas como la condición de que la vida siga siendo vida, y no otra cosa.

Derecho como innovación.
Innovación de las formas de convivencia, construcción de confianza y felicidad mutuas.

Derecho como contra/hegemonía
El derecho como freno, canal y articulador del poder bueno, el poder que cuida, protege, defiende, garantiza.

Derecho como contenido
El jurista siembra ideas, aspiraciones y mecanismos para el florecimiento de la civilización, la sociedad, la ciudad, la cultura y, en general, de la conciencia. El filósofo del derecho, particularmente, tiene el deber de no claudicar en la búsqueda de valores, cada vez más universales, interdependientes, cada vez más incluyentes, cada vez más bondadosos, generosos, para proteger la norma, sus procesos o instituciones de la hegemonía del interés, idiosincrasia o ideología de unos cuantos.

Derecho como señal
El derecho como información computa y transmite aspiración, razón, equilibrio, fuerza. Es proceso, es contrato y es institución, obligación, derechos, aspiración y sanción. Todo eso se transmite, del legislador, el derecho antiguo y la doctrina; busca encausar, modificar, evaluar, sancionar o “corregir” la realidad.

Derecho como utopía
Como el medio para ensayar otros mundos plausibles, experimentar otras realidades, desmitificar las fuentes de lo utópico.

Derecho como integración
Integrar conocimiento, ideas, abstracciones, ideas y otredades. Sin edad, ni fecha de caducidad. Es un dialogo inter disciplinario y generacional.

Derecho como amor
Amor como idea de la interdependencia con el otro, con los otros, con el todo.
Amor como desprendimiento de nosotros mismos, como destrucción del ego.
            Amor al conocimiento y a los hombres que lo construyeron;
Amarlos para poder matarlos simbólicamente, y poder amar sus obras, contribuciones, creaciones, no por su fuerza en la tradición, el carisma o su (ir)racionalidad; sino por sus méritos, utilidad social.
Amor para buscar en la norma y su constructo simbólico valor, utilidad,  función y tal vez sentido de justicia.

Derecho sin intérpretes
El derecho, la teoría interna y externa, su historia de las ideas y de los hombres y mujeres que lo construyeron, su filosofía, etc., deben de construirse para separar el ego, idiosincrasia, sexo o raza de la esencia, el prejuicio del contenido, el verdadero continente normativo de la profecía del abismo.

Derecho sin egos
El ego es construcción de nosotros mismos, nuestro peor enemigo. Es un freno al dialogo, el consenso y el progreso. Siempre habrá alguien más inteligente, elocuente, culto, poderoso o guapo que nosotros, no por eso el verdadero debate de ideas debe supeditarse a eso.


Buscamos construir:

Derecho sin género

Derecho como sentido común

Derecho como confianza

Derecho redistributivo y restaurativo

Jurisprudencia de preguntas

Pedagogía de la complejidad

El infrarrealismo jurídico como proyecto, debe repensar el derecho en la sociedad y sus repercusiones sociales, debe reflexionar si las teorías de autores extranjeros reflejan o responden a las necesidades de nuestra sociedad, pues no se pueden retomar y discutir en las universidades del país, ni en las aulas donde se enseña derecho en México. Sus casos, tragedias y construcciones teóricas, poco o nada tienen que ver con la realidad mexicana.

Hay que voltear a la teoría buscando el cómo se pudo voltear a una sola realidad y abstraerla de tal manera que creyera la gente que así se describía/normaba cualquier sociedad, en cualquier tiempo, con cualquier clima, cualquier cuerpo o vida espiritual. Hay que buscar en nuestra propia sociedad los problemas que realmente la vuelven problemática, particular y distinta, como eso crea orden, tensiones y transformaciones, dentro y fuera de órdenes normativos abstractos importados, que les gustaría verla comportarse más europea o civilizada.

Debemos usar el cerebro y ver la realidad mexicana para encontrar ejemplos de casos trágicos en el derecho, que no han encontrado solución.

Al tiempo, cuando terminemos de entender porque aquí se mata, pelea, maltrata, roba, explota, divorcia, etc., y encontremos que nuestros rituales, idiosincrasia, realidad material y existencial nos dan características que niegan plegarse al marco occidentalizante debido, y por razones muy distintas que en otros lados, en efecto podemos empezar a soñar que este asunto se puede convertir en algo más pacífico y civilizado, comunitario, solidario, cooperativo, igualitario,  justo y adecuado a nuestra realidad.

La Difusión y Redifusión

La difusión de las ideas, investigaciones, debates y divulgación de las distintas escuelas, generalmente se limita a dominar los diferentes medios importantes para la difusión de sus ideas.

El infrarrealismo se propone la difusión del debate infrarrealista por todos los medios virtuales y palpables al alcance, siempre volteando a nuestra propia realidad y cultura; no para conservarla, sólo para entenderla.
La segunda misión del infrerrealismo será la redifusión de los debates, investigaciones e ideas, de manera objetiva y crítica, de todas las escuelas que quieran dar a conocer su propia verdad.

Sólo falseando las ideas, criterios y dogmas, incluidos los propios, puede haber innovación, progreso y transformación. Sólo asumiéndonos parte de la dialéctica y de la enciclopedia de las ciencias, el derecho podrá ser realmente libre.


miércoles, 21 de diciembre de 2016

¿Cultura jurídica huanca? Algunas notas*




Por José Ramón Narváez H.


Hay otra vida más allá de la vida es la cultura que da fuerza y energía,
un ser humano no lo es todavía, si es que la cultura no le da sabiduría

(La Sarita, Identidad)

1.       Una investigación de la cultura popular
Vamos a jugar con algunos elementos que se encuentran en el imaginario colectivo sobre la cultura huanca, a través de este ejercicio podemos ir situando algunos de los elementos que  por mímesis llegan a los pobladores actuales de esa porción del Perú que podrían sentirse identificados con dicha cultura, es decir, se trata de una visión de la historia de la cultura jurídica actual que se reconstruye a partir de su propia reflexión sobre la identidad y que va siendo performativa en la cultura actual. Ahora bien, el ejercicio que intentaremos hacer será desde las percepciones no tan ortodoxas del viajero, conocemos los riesgos, puesto que muchas veces el extranjero puede reconstruir observaciones a partir del marco hermenéutico que le aporta su propia cultura, sin embargo, en este caso algunas de esas observaciones son de índole antropológica y muy similares de las que hemos tenido oportunidad de asistir en otros puntos de Mesoamérica –el que escribe es mexicano y en su momento profesor de historia del derecho prehispánico para sumar al argumento de autoridad en su caso-; por otro lado célebres viajeros utilizaron un método similar en otras épocas e incluso sus observaciones son consideradas hoy en día precursoras de la antropología y etnología contemporáneas, sirvan dos ejemplos muy destacados: Bernardino de Sahagún en el siglo XVI con los pueblos indígenas mexicanos y Alejandro Von Humboldt quien a finales del siglo XVIII recorrió Sudamérica, desde Caracas hasta las fuentes del Orinoco y desde Bogotá a Quito por la región andina, y las colonias españolas en México.
Serán entonces estas observaciones hechas de las primeras percepciones de lo visto, de los dichos y las sensibilidades, de las charlas y las imágenes.

2.       ¿Qué se dice de la cultura huanca?
Comenzamos con un hito histórico construido a partir de los escritos de Waldemar Espinoza quien aseguró que existió un Reino Huanca entre 1000 D.C y hasta el siglo XV (Espinoza W.: 1997), para algunos, incluso esto supone la creación de un mito sobre dicho reino (Perales, M.: 2011) esto supone que existe un debate acerca de la magnitud sobre la cultura huanca originaria, se trataría de establecer los “deslindes” con asuntos como el sometimiento de este reino al imperio Inca y los acuerdos que este reino tuvo con la corona española durante la conquista, aquí por ejemplo ya comienza a surgir el derecho y el análisis cultural: los huancaínos presentan un orgullo particular, una identidad que los caracteriza, hay un una idea de la pertenencia regional, una historia matria como la denominaba Luis González y González; esto se debe a que gracias a la asistencia prestada a la corona española las región huanca recibió autonomía y reconocimiento, se trata del derecho castellano que otorga estos privilegios a manera de un derecho internacional público que respetaría a las autoridades y forma de administración local, la cuestión es que si bien esto es fácil detectarlo en el imaginario, también está presente la idea de una disolvencia cultural, a partir de la llegada de los españoles la cultura huanca desaparece en cierta medida, o al menos queda mimetizada. Esta supondría que los elementos jurídicos de la cultura huanca comenzaron a disolverse pero seguramente algunas cuestiones perviven en el imaginario. Se dice que la cultura huanca se organizaba en torno a un Ayllu a través de un sistema patriarcal pero con una fuerte carga colectivista, el jefe del Ayllu ejercía un protectorado que concentraba todos los poderes pero existía un consejo de ancianos al que debía respetar y que hacía las veces de contrapeso, el jefe tenía sobre todo una importante función de carácter agrario-hereditario, puesto que la cultura huanca basaba su economía en la agricultura y en parte en la ganadería, era muy importante el reparto de las tierras, el jefe otorgaba a los recién nacidos la tierra que iban dejando los fallecidos. En la cultura jurídica actual y a pesar del sinfín de influencias de la cultura individualista, aún se conservan rasgos del trabajo colectivo, quizá lo más palpable se da en la organización de festividades pero hay muchas otras manifestaciones que lo demostrarían.

3.       Observaciones a partir de la visita al Parque de la Identidad Huanca en Huancayo
Huancayo ofrece algunos puntos turísticos de interés que pueden darnos algunas ideas sobre el imaginario que se cierne sobre la cultura huanca-huancaína. Torre Torre, lugar mítico creado a partir de algunas formaciones rocosas que asemejan las torres de un castillo, es considerado un lugar en el cual pudo ser enterrado el tesoro de los antiguos huancas, la historia nos dice que cerca de Jauja pudo existir la capital del reino el cual no sólo era vasto sino también rico y poderoso, los herederos actuales de esa cultura pueden sentirse orgullosos de tener noticia de una sociedad organizada que llego a triunfar de algún modo, es posible crear un orden jurídico-político que permita vivir con justicia.
El Parque de la Identidad Huanca es más bien reciente pero también puede darnos luces. Su construcción data del año 1992 concluyéndose en 1996, cuando era alcalde el Sr. Pedro Morales Mancilla, mencionamos este dato porque en la información que aparece en internet es más recurrente encontrar durante que gobierno municipal se realizó que al arquitecto, pero ahora veremos porqué. La sensación que tuvimos al cruzar la puerta del parque era su similitud con el Parque Guell de Gaudí –suposición que puede incluso ser documentada (Damián, Y.: 2010)-, por sus formas curvilíneas, el uso de la piedra incrustada y algunos detalles que simbolizan a la naturaleza; en ese momento nos ubicaríamos en un espacio heredero de cierto surrealismo, en este caso quizá realismo mágico y que sería muy acorde con el posible objetivo de los realizadores del parque, simbolizar a una cultura más ligada con la naturaleza y factores míticos de pueblos originarios, pero hay algo más explícito en este parque, pues se encuentra dedicado a la cultura huanca, en este caso específicamente a la cultura musical, que desde los huancas originarios es un meme propio de esta cultura que se identifica con la elaboración de instrumentos y la creación musical. La otra cuestión explícita es que se trata de un Parque-Jardín, lo cual lo dota de cierta vivacidad, pues requiere de un mantenimiento cuidadoso para que transmita el propósito para el que fue construido, además las plantas que ahí se encuentran están ligadas a la herbolaria regional, otros de los posibles hitos de la cultura. El último elemento sería la artesanía, están representadas las piezas artesanales típicas de la región como es el caso de un gran mate burilado representando escenas cotidianas del quehacer de la población
Pasemos ahora a la cuestión de los realizadores: en la placa de ingreso aparecen el arquitecto Luis A. Cano Aliaga y el Ing. Forestal Máximo Jhon Lizárraga y el Arq. Residente Lucio Mamani Ccalla, pero están también los de las 45 personas que ayudaron en el proyecto “…a la manera de los antiguos constructores medievales, que duchos en cada aspecto y parte, contribuían a la edificación del conjunto. Aunque si se debe señalar precedentes más cercanos, se podría mencionar el Parque Guell de Gaudí, e incluso las obras de los mismos arquitectos en el Cerrito de La Libertad en el propio Huancayo, donde se ensayan algunas propuestas que luego mejoran en este conjunto y el Parque del Amor en Lima que curiosamente fuera dirigido por el pintor Víctor Delfín, con la participación de estudiantes de arte y no por arquitecto alguno” (Damián, Y.: 2010). Como se nota un trabajo colectivo sobre el que se enfatizó al colocar la placa y luego en la reseña sobre el Parque, identidad de la identidad.
Al parecer en 2011 un nuevo alcalde intentó restaurar el parque, lo que suscitó un debate sobre la intervención que se realizaría al mismo y una posible alteración, como lo mencionamos por las características del Parque es necesario un mantenimiento constante, ciertamente lo mejor es respetar la idea original pero siendo un espacio público seguramente en el futuro ira ajustándose a las circunstancias y los gobiernos municipales tendrían que buscar que la sociedad huancaína se empoderara del parque, que al final es buscar que se identifique con él, y así debiera ser con el derecho y con todos los productos destinados a una sociedad, pues sino son utilizados por esta entonces sólo fueron creados para beneplácito del gobernante.    
4.       Una somera conclusión
El derecho se encuentra en todos lados, sólo falta mirar. La composición de los paisajes, con sus tierras cultivadas ya nos habla de contratos y de futuros actos jurídicos, los mercados, las fiestas populares, la arquitectura de las ciudades, en los espectáculos callejeros, y en un sinfín de otras manifestaciones de la cultura subyace una imagen del derecho y de la justicia, se trata de un corpus audiovisual que está disponible para todos y que en su momento puede leerse, se verá que no sólo es entretenido sino muy ilustrativo y aleccionador. La cultura huanca-huancaína es culinaria, musical, colectiva, artesanal, herbolaria y otras muchas cosas que ahora se quedan en el tintero; la cultura jurídica tiene todos esos tintes, sabe a papa, apela a los oficios tradicionales plasmados en el mate burilado, conoce sus mitos y deidades y quiere transmitir melodiosamente los ideales sociales de justicia, si no es así, bien podría serlo.

Bibliohemerografía
-          Damián Peinado, Y. “Sobre el Parque de la Identidad Huancayo”. Revista 1/2 de Cosntrucción (2010). Disponible en: http://hananwanca.blogspot.mx/2010/10/sobre-el-parque-de-la-identidad.html consultado el 8 de julio de 2014.
-          Espinoza Soriano, W. (1986). La destrucción del Imperio de los Incas. Lima: AMARU Editores.
-          Espinoza Soriano, W. (1971). Los Huancas, aliados de la conquista. Anales científicos de la Universidad del Centro del Perú, 1.
-          Espinoza Soriano, W. (1997). Los incas. Economía, sociedad y Estado en la era del Tahuantinsuyo. Amaru Editores.
-          Perales Munguía, M. (2011). El antiguo "Reino Huanca": deslindes y alcances sobre un mito en la historia prehispánica del valle del Mantaro. Apuntes de Ciencias Sociales 01(01). Disponible en: https://www.academia.edu/1220980/El_antiguo_Reino_Huanca_deslindes_y_alcances_sobre_un_mito_en_la_historia_prehispanica_del_valle_del_Mantaro consultado el 8 de julio de 2014.


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* Agradecemos a la Universidad Continental de Huancayo en especial a Verónica Marraché, Mercedes Gutarra y Armando Prieto el haber hecho posible la visita a esa región con motivo de sendos eventos sobre cine y derecho en los que participó el colega y amigo Eddy Chávez Huanca.