jueves, 19 de mayo de 2016
IURISDICTIO-LEX MALACITANA: XIII Jornadas de Direito e Psicanálise. Debate sob...
IURISDICTIO-LEX MALACITANA: XIII Jornadas de Direito e Psicanálise. Debate sob...: Título original Blindness Año 2008 Duración 118 min. País Brasil Director Fernando Meirelles ...
lunes, 16 de mayo de 2016
lunes, 9 de mayo de 2016
El Necroderecho y el vitalismo jurídico desde el infrarrealismo
Por José Ramón Narváez H.
Para Foucault la
tanatopolítica está representada en el siglo XX en el campo de concentración,
como la particular forma de la biopolítica en la que el Estado supera su
expectativa de manejar vidas del tipo zoe, para constituirse en fabricante de
cadáveres. Esta idea ha fascinado a Agamben y Esposito quienes se han adentrado
en el amplio y heterogéneo mundo foucaultiano, la cuestión es que la médula de
esta noción se basa en el dispositivo jurídico. Podría entonces extenderse de
inmediato la reflexión porque al menos en México, son las autoridades las que a
través del derecho institucionalizan la muerte como mecanismo de control,
obviamente con todo el peso de la reflexión sobre lo que significa para estos
autores: morir, matar, generar cadáveres: la cuestión es que hay tantas
coincidencias en el análisis de la tanatopolitica utilizada en el campo de
concentración con los sinfines de fosas que existen en México. Cuerpos y
cuerpos con los que el dispositivo jurídico tendrá que hacer cuentas a través
del derecho a la memoria (bius), quizá una biusticia (biustice) para poder
restañar heridas y permitir la vida.
Y discutiendo con los
estudiantes el concepto, llegamos a la conclusión que es más efectiva la palabra
"necroderecho" y entonces comenzamos a utilizarla en el análisis del
contexto actual, sobra decir que la riqueza es inestimable, por el sinfín de
respuestas críticas que hemos encontrado, ha servido para denunciar abusos de
la llamada ciencia del derecho que parafraseando a Nietzche "se ligó las
venas de la filosofía para no hacerse preguntas incómodas."
El necroderecho subsiste como un modus operandi, como una actitud, como un sistema tiene al menos tres formas evidentes: una muy elemental que es la
complicidad o la banalidad del mal, todos los operadores jurídicos ajustan la pieza inmediata de una gran maquinaria -similar a la de la Colonia Penal kafkiana- cuyos cálculos de subsistencia se basan en daños colaterales, chivos expiatorios, informes de minoría; que en el momento actual parecen demasiado altos en número, además se vuelven regulares (Estado de excepción permanente diría Agamben) y hacen que ninguna seguridad o contrato sean razonables, cualquier puede morir para el sistema subsista, no hay límites porque paradójicamente, para garantizar las libertades de unos cuantos, hay que violar las de todos los demás.
La otra forma de existencia es más compleja porque consciente de
ello el Estado calcula las muertes como una variable para que siga operando el
sistema, por ejemplo: aquellos que morirán por no tener acceso al sistema de
salud a pesar de haber cotizado por años.
Otras formas tienen que ver con la
corrupción, por ejemplo de los cuerpos de seguridad que asesinan despiadadamente
por dinero, policías enrolados en el crimen organizado por ejemplo, y podríamos
seguir sumando a todos aquellos que moriremos por daños a la salud por la
contaminación, debido a malas políticas públicas o que por corrupción
depredaron zonas naturales vitales.
Cada día me convenzo más que se trata de una política de la muerte, lo demuestra la impunidad de años, aún con las transiciones, aquellos que llegan al poder tienen que pactar para permitir que los factores necróticos sigan operando, el abogado suele ser parte de estos mecanismos.
La única solución es una despiadada pasión por la vida. No se puede escatimar ningún esfuerzo en el aula, en los foros, en los tribunales y en la burocracia; tiene que convertirse en una real gramática estructural por la vida; esas iniciativas maximizadoras, garantistas y supuestamente protectoras deben pasar constantemente por el juicio crítico so pena de convertirse en la enésima fórmula para mantener el sistema intacto, sólo la ironía y la popularización pueden servir para desenmascarar dichos mecanismos que normalmente se disfrazan de seriedad, de compromiso, de moralidad e institucionalidad, nada más dañino que aquello que llaman "regular" o "normalizado" detrás se esconde la manipulación, el adormecimiento, pero sobre todo la impunidad, quieren seguir haciéndolo como siempre lo han hecho, para salvarse sólo ellos.
Y sí como han dicho algunos, el derecho hoy puede ser lo que queramos que sea, pues que sea diálogo, composición, paz, memoria, verdad para evitar que nos maten y poder seguir disfrutando esta vida que no es un abstracción, que no es dignidad hueca y vana, porque es nuestra, porque es caminar sin miedo, porque es respirar sin enfermedad, porque es amar, sin represión ni represalias.
jueves, 25 de febrero de 2016
La historia del derecho, la justicia constitucional y las personas de carne y hueso: A propósito de Paolo Grossi
Por José Ramón Narváez Hernández
Paolo Grossi fue designado presidente de la Corte Constitucional italiana. Tal vez hay quien piense que era de esperarse, una gran carrera académica, un gran prestigio, un espíritu conciliador y una personalidad afable. Muchos recordaron que él mismo se dice historiador del derecho y por tanto, de profesión "conciencia crítica del derecho". Algunos más dirán, como Tomás y Valiente, de igual profesión y en un cargo similar (1), a la orilla del Estado, para corregirlo y hacerle ver sus errores, sus excentricidades, en fin, sus abusos.
Grossi, el orgulloso florentino, quien hizo de su oriundez un estilo, el stile fiorentino, con alma de maestro, siempre dispuesto a dar un consejo a señalar un derrotero, una guía entrañable en el frío mundo académico, sus discípulos estamos todos, orgullosos de él, porque nos enseñó a amar a la academia.
Paolo, el historiador del derecho que miró en la pluralidad una solución a un discurso dogmático y vertical, que vio en la sociedad el origen del derecho y re-descubrió la complejidad del orden jurídico.
Tuve la oportunidad de acompañarlo un par de ocasiones en sus visitas a México, sus enseñanzas eran extrapoladas - a mi parecer afortunadamente- para identificar la riqueza del derecho de nuestros pueblos originarios, jamás él mismo lo mencionó directamente, pero a todos se nos figuraba que la pluralidad y la complejidad del derecho se encontraba en ese derecho consuetudinario vivo, que generaba ordenamientos, que materializaba sujetos de derecho olvidados y marginados por el absolutismo jurídico. Justo estábamos en Michoacán en alguno de esos poblados camino a Morelia cuando me dijo; vayamos al mercado, ahí es donde podemos ver al derecho en su existencia cotidiana, sus curiosidad antropológica se mezclaba con su afabilidad preguntaba a las personas, les sonreía, en Patzcuaro unas niñas indígenas de acercaron a jugar con nosostros.
De personalidad sobria, a penas comía algo prefería la naturaleza y me preguntaba por los nombres en español de árboles y plantas, algunas le recordarían a las que él mismo planto en su bosquecillo de Citille, en el Chianti Toscano, por donde alguna vez caminamos y en un ángulo sombreado me señaló una banca en la que concibió su obra el Orden jurídico medieval, más tarde visitamos la Villa Acurssio y volvimos a Florencia para la cena.
Cuando llegó a juez constitucional, siempre me pregunté cómo sería ese aprecio a la constitución italiana mezclado con la consideración de una consuetudo que en el fondo es también constituyente, en 2008 publicó un texto en el cual lo dijo abiertamente habría que contrarrestar la idea de "la sociedad, como masa neutra de innumerables hormigas, se transfigura articulándose en coagulaciones colectivas...que van a constituir un contrapeso a la soberbia del Estado" (1)
Tres elementos hay que agregar a la interpretación constitucional: la continuidad, la pluralidad y la carnalidad; la constitución representa ese devenir histórico que permite a la sociedad continuar su vida cívica, pero no puede percibirse esta vida como algo estático y unívoco, por el contrario la existencia de cada persona le da carnalidad al derecho, lo hace vivir de una manera particular, es una simbiosis entre la dignidad personal y la colectividad:
Gracias a una confrontación ideológica autenticamente plural, en la Constitución los protagonistas del proscenio jurídico se desenmarañan: no más el Estado solo o sólo el individuo económico, sino más bien la persona y la comunidad solidaria en la cual la persona se integra; no más por sí sola la libertad individual abstracta que llega a premiar únicamente al poseedor sino más bien la libertad colectiva que procura al desposeído una dignidad no declamada y verbal sino efectiva (3)
Existe de este modo una gran responsabilidad social del juez constitucional que debe pensar no en un sujeto abstracto, sino en personas de carne y hueso que viven en una sociedad compleja y dinámica.
Enhorabuena.
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(1) El otro caso es el de Carlos Ramos Núñez en Perú.
(2) GROSSI, Paolo, "Legalita Costituzionale nella Storia delle Legalita Moderna e pos-Moderna", en Giornale di Storia Costituzionale, 2008, vol. 16, p. 43.
(3) GROSSI, Paolo, "Pagina introduttiva (storia e cronistoria di Quaderni fiorentini)" en Quaderni fiorentini, vol. 31, Giufrré, Milán, 2001, pp.1-12.
jueves, 4 de febrero de 2016
Fotomultas y cámaras de seguridad: la cultura del Gran Hermano
Alguna de las definiciones de derecho seguramente está ligada estrechamente a la idea de CONTROL. La aspiración -el deseo en términos lacanianos- de un sistema jurídico es la de provocar en los sujetos que lo componen una autolimitación. Reformas y reformistas siempre ponen más atención al efecto perfomativo del derecho y su aparato simbólico que a la infraestructura material que supondría su ejercicio, es decir, los operadores jurídico se preocupan más por "hacer creer" que el derecho repercutirá de alguna manera en la realidad, más que hacerlo existir, y hemos utilizado a propósito la palabra creer, porque el derecho es más un sistema de creencias, que un conjunto de acciones. El derecho son las sombras proyectadas en la caverna platónica, sí así es, es alienante, es manipulador. Tanto ha discutido la filosofía del derecho en torno a la coacción, el derecho debe ser desincentivante, ejemplar, aunque curiosamente la sociología diga que esto de poco sirve y el derecho parece así más bien un sistema sádico.
Michael Stolleis escribió hace algunos años en El ojo de la ley, que el control que algunos sistemas religiosos propiciaban en los creyentes cuando pensaban que Dios los miraba y por eso se portaban bien, fue sustituido por la idea de que el Estado ahora asumiría esa función, incluso eso apareció en el frontispicio de la Declaración de Derechos del Hombre de 1789: ten estos derechos pero se sabedor que el Estado te mira y en cualquier momento podrá privarte de ellos bajo el supuesto de un Estado de excepción.
La literatura distópica pudo en su momento jugar con esta premisa controladora, George Orwell en su celebérrima obra 1984 nos narraba como el Estado totalitario ficticio en el que se desarrollaba la historia presidido por El Gran Hermano, puso cámaras por todos lados para forzar a las personas a comportarse de acuerdo a los estándares esperados, repentinamente las cámaras también transmitían voz e imagen, la intención era hacerles creer que siempre se les veía. En este estado de paranoia, ya previsualizado por el jurista inglés Jeremy Benthan y llevado in extremis al análisis de las instituciones contemporáneas por Foucault, no importaba realmente lo que las cámaras grabaran ni la inspección detrás de ellas, porque eso requeriría a un ejército de funcionarios para procesar la información, sino generar el efecto de sentirse vigilado.
Las cámaras van en aumento en nuestras sociedades de la desconfianza, pero aumentan más los señalamientos viales avisando de las cámaras la intención es sólo una: sentirse observado y eso ciertamente genera autocontrol, pero también es invasión, es tensión, y a la larga con la corrupción imperante, es violación de derechos e impunidad, unos serán inculpados injustamente y otros serán exculpados, también injustamente.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Star Wars y el Derecho
Y aprovechando la inercia un poco de #FilosofiaPopulardelDerecho en Star Wars, creo que es un buen pretexto para discutir de un montón de temas que nos preocupan en la actualidad, vamos a mencionar algunos esperando en breve convocar a un Mesa para discutirlos:
a) La idea de Justicia: la fuerza vs el lado oscuro. Existe un tensión que no es del todo maniquea entre estos dos conceptos, el propio Yoda le dice a Luke que no se trata de 2 fuerzas tirantes sino que el lado oscuro es el camino fácil para acceder a la dominación de los demás, es una descripción del autoritarismo.
b) La democracia: a los largo de la saga se enfrentan diversos sistemas políticos donde deambulan figuras parlamentarias y Estados de excepción.
c) El miedo como motor del lado oscuro: derivado de los 2 incisos anteriores, creémos que en la filosofía del derecho hace mucha falta discutir seriamente el papel del miedo en la creación del derecho.
d) El papel de la mujer en la política y la vida social: Tanto Leia como Padme nos presentan un paradigma de mujer distinto al esperado por muchos, Rey continua en ese sentido dando marterial para discutir.
e) La idea de orden jurídico-político: podemos observar temas como el de la soberanía, multilevel constitucionalism, relaciones entre comercio, derecho y política; creación de normas, federalismo, etc.
f) Interculturalidad jurídica: La República, el Imperio y el Nuevo orden interactúan con una serie de de pueblos como es el caso de los Ewoks que han conservado sus costumbres y en su momento participan en la resistencia.
g) Derecho alternativo o soft law: en muchos de los planetas del sistema, operan grupos clandestinos (como es el caso de Han Solo) o simplemente organizaciones sociales distintas que viven en la periferia tratando de sobrevivir (Tatooine o ahora Jakku).
h) Seguridad Pública: los Jedi constituyen un grupo élite encargado de mantener el orden, a través de su Consejo, toman decisiones como un tribunal y las ejecutan a través de un cuerpo especial que funge como policía y a veces como fiscales.
i) El derecho a la guerra: en algunos momentos se hace referencia a los justos títulos para hacerle la guerra a ciertos grupos disidentes, hay batallas que en realidad son genocidios, muertes de civiles. etc, que cambian el rumbo de la historia.
j) Bioética: No son muy recurrentes, pero hay menciones a procesos de biotecnología sobre seres humanos, la criogénesis sobre Han Solo, la creación de cyborgs como Anakin, etc. #StarWarsyderecho
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cine jurídico,
cultura popular
jueves, 5 de junio de 2014
Si Charles Xavier presidiera la Suprema Corte
Si
Charles Xavier presidiera la Suprema Corte*
José
Ramón Narváez H.
1.
¿Quién es Charles Xavier?[1]
Para quien no conoce el denominado Universo Marvel, Charles Francis Xavier
es una creación de Stan Lee y
Jack Kirby quien es un poderoso mutante, fundador y líder de los X-men que es propiamente el nombre de la
saga de historietas o comics en los
que este personaje participa, concretamente apareció por primera vez en el
número 1 de la colección de comics The
Uncanny X-Men en septiembre de 1963. El también denominado profesor Xavier
es parapléjico al sufrir un accidente, cuenta con una mente privilegiada que le
permite tener (super)poderes como la telepatía, el control mental y en general
todas las facultades intelectivas, las cuales tiene en un grado superior al de
cualquier humano, además es un genio y científico que conoce de genética,
mutación y poderes psiónicos[2].
Charles
Xavier dirige un Instituto en el cual se encausan y aprenden a controlar los
poderes mutantes por parte de los más jóvenes, todo esto va ligado a un gran
proyecto que busca promover los derechos mutantes, y políticas de inclusión de
ellos mismos, lo que supone además proteger a la sociedad de los mutantes
peligrosos y violentos, para ello se ha creado un grupo especial de vigilantes
llamados los X-Men a partir de los
primeros alumnos del Instituto.
2. La candidatura
El profesor Carlos
Francisco Xavier, en el caso de que fuera mexicano, tendría por currículum el
haber dirigido el Instituto para jóvenes talentos, quizá sería miembro de la
Academia Mexicana de Ciencias o de El Colegio Nacional, tal vez hubiera ganado
un Nobel por sus investigaciones o por su trabajo pacifista.
Su nombre se filtró en
algunos diarios de circulación nacional: “Proponen como presidente del Máximo
Tribunal al profesor Xavier” sólo un par de años antes había ingresado a la
Corte movido por una encuesta nacional que lo colocaba como “un gran prospecto
de juez”, alguna publicación afirmó “por su gran sentido de justicia y su lucha
por los derechos de los más excluidos” pocos sabían que en su juventud había
estudiado derecho en la Universidad Nacional donde curiosamente pasó
desapercibido, muy joven colaboró en un tribunal como secretario y después lo
dejó todo por dedicarse al estudio de la genética al descubrir sus poderes y
los de otros colegas que habían sufrido discriminación.
Al ser entrevistado el
profesor Xavier confesó que le sorprendía que su nombre hubiera sido propuesto,
porque según sus palabras “no me considero un gran técnico del derecho, yo
puedo aportar en otros sentidos”. Esa noche el profesor intentó hacer una
reflexión un poco más profunda, no bastaba que muchos aduladores le dijeran que
“la nación y el pueblo de México lo necesitaban” había leído en sus mentes que
en realidad buscaban algo a cambio, debía evaluar objetivamente si el ocupar
dicho cargo sería o no beneficioso para la mayoría, esto suponía por un lado
abandonar la “falsa humildad” y por otro hacer un acto de verdadero combate
contra la soberbia, pues la idea de “ser alguien importante en la historia”
también estaba dentro de algunos pensamientos periféricos. Al lado de esas
grandes preguntas había otras no menos importantes como ¿Qué es lo que define a
un jurista que trabaja en la Suprema Corte?, ¿Qué virtudes debería tener en
particular un presidente de esta institución?, ¿Qué supone trabajar por la
justicia?, y en fin, ¿Qué es justicia?
3. El profesor Xavier como presidente
de la Corte
El profesor tendría que
ser muy cauto al asumir dicha responsabilidad, atrás quedaron aquellos días
cuando dirigía el Instituto y en los cuales la falta de experiencia le hicieron
tener demasiado “brazo duro” sobre algunos alumnos[3],
ahora tendrá que echar mano de la prudencia
ser muy cauto, escuchar mucho y hablar poco, o más bien lo necesario, y aunque
sus interlocutores ahora son personas que estarían a su mismo nivel, no por eso
tendría que renunciar a su vocación como maestro, pero antes que intentar
enseñar pensaría en aprender, en muchas experiencias que ha vivido el profesor
Xavier, cuando creía que más educativo era en realidad estaba recibiendo una
enseñanza, incluso de personas que no se esperaría como el propio Wolverine que es parco al hablar y
brusco en sus formas, y de todos modos en algún momento le ayudó a perseverar
cuando todo parecía oscuro[4].
En cualquier caso su trabajo sobre todo tendría que atenerse a una particular
virtud, la humildad, si hasta este momento los aduladores lo rodeaban siempre,
ahora seguramente aumentarían, a todos los seres humanos nos gusta que nos
digan que hacemos las cosas bien, pero Carlos Xavier tendría que aumentar su
sentido de la autocrítica hacia sus propias acciones, tendría que platicar con
colegas y amigos a los que consideraba sabios sobre las cuestiones que en su
momento lo aquejaran, sin revelar detalles. De hecho el profesor destinó
algunos tiempos de sus día para estar en silencio y hacer introspecciones sobre
su actuar, por las noches hacia un recorrido con su mente sobre lo que había
acaecido en el día tratando de evaluar si había hecho bien o mal.
4. El profesor Xavier como juez
Otro momento diferente
había sido el que el profesor había enfrentado como juzgador, nunca es fácil decidir
sobre las vidas de los demás, quizá para otros colegas lo era, podían olvidar
que cada expediente se trataba de la vida o vidas de diversas personas, para él
no era fácil, sobre todo si se trata de personas de su misma condición porque
no sólo podía percibirlas, en algunos momentos sentía su dolor, sobre todo
cuando por alguna necesidad debía conectarse a “cerebro” la máquina que él
mismo construyó en su juventud para poder detectar a los de su especie. La
empatía era total, y eso incluso a veces le ayudó a tomar decisiones pero otras
veces le representó dilemas morales muy fuertes, algunos de los involucrados en
los juicios al momento de acercarse al él en un alegato de oídas, sólo al
cruzar la puerta ya conocía sus emociones, intentaba preservarse de leer sus
mentes pero no podía evitar que otros signos, por ejemplo gestuales, le
llevaran a sentir sintonía con quien lo consultada, optó por citar siempre a la
contraparte para preservar lo más posible la imparcialidad. Sobre este tema también
el profesor ha tenido que ser precavido, cuando en las causas tienen de un lado
a uno de su especie, a veces hay una cierta propensión hacia ellos, aunque en
realidad Xavier sabe que dentro de los humanos en todas sus categorías siempre
hay buenos y malos, incluso a veces es difícil establecer un juicio de valor
sobre la mayoría de personas, ha llegado a concluir que la cuestión es
mantenerse en el camino, caídas habrá pero lo que hace buena a una persona es
su perseverancia en el bien, aunque tenga ratos malos.
Juzgar no es tarea
sencilla, el profesor sabe que lo primero que se requiere es tiempo, aunque
ciertamente muchas veces es lo que más hace falta, pero un principio que ha
aquilatado con los años es no caer en la trampa de responder primero a lo
urgente y dejar de lado lo importante, pues a veces resolviendo lo importante
se resuelven muchas cosas urgentes, lo peor que puede pasar es precipitarse y
dejarse llevar por la prisa y el apresuramiento, detrás de los “imprevistos”
muchas veces se esconden intereses privados.
Otro tema al que Xavier
se ha enfrentado es el dilema entre conservar e innovar, algunas veces los
casos en los que ha tenido que ser juez, sobre todo en aquellos que involucran
la interpretación constitucional, se da cuenta que como juzgador a veces deber
preservar derechos o valores que no deberían estar sujetos a debate porque se
basan en principios inalienables como la dignidad humana, aunque también es
cierto que cada vez es más difícil detectar estos principios, porque muchas
veces en la férrea defensa de la inalterabilidad de algo que parecía un
principio se ha dejado de proteger a ciertos grupos o a ciertas personas, por
ello siempre visualiza, usando la imaginación que sucedería si tal o cual
libertad o derecho se tutelara como se pide, y entonces imagina un mundo en el
que ese derecho existe para todos, este ejercicio intenta hacerlo dejando de
lado sus propios prejuicios, y no es nada sencillo porque supone hacer un
esfuerzo de objetividad muy fuerte y decidido
Al final del día el dilema se centra en dos extremos por un lado ser
vanguardista y usar la fortaleza para proponer un cambio en la interpretación
de algún texto jurídico, pero tal vez ser atacado de juez legislador o de un
juez metido en la política; por otro lado deben apuntalarse los logros
jurídicos obtenidos a lo largo de la historia y no dejar que el juicio sea un
instrumentos para satisfacer intereses particulares, en cualquier caso no hay
una respuesta única, la prudencia le lleva a considerar las circunstancias
propias del asunto y a actuar en consecuencia.
Pocos saben pero Xavier
tiene una hermana que no ha llevado una vida tan recta, al contrario, se le ha
ubicado en actividades no sólo ilícitas sino propiamente malvadas, ciertamente
es una hermana con la que dejó de tener contacto hace mucho tiempo, aunque
algunos de los familiares de Xavier le han sugerido que él debería intervenir y
ayudarla, él se ha negado por obvias razones, alguna vez expresó “ella misma ha
seguido el camino que eligió”. No le ha sido sencillo porque siente el aprecio
de hermanos pero sabe que él tiene una misión que tiene que solventar,
recientemente ha intentado acercarse para hablar con ella y hacerla entrar en
razón.
En algún momento de su
vida el profesor Xavier, a raíz de una intervención quirúrgica comenzó a
ingerir drogas para mitigar el dolor, fue un periodo oscuro en el que se olvidó
del mundo y se centró sólo en su propio dolor, incluso su mente le jugó malas
pasadas y casi estuvo a punto de dañar a personas cercanas a él, ciertamente ha
quedado eso superado, pero para él es importante estar consciente de todo lo
que sucedió y no borrarlo de su mente como perfectamente podría hacerlo, todos
los días el recuerdo de esos días negros lo ponen en sobre aviso, finalmente es
sólo un ser humano con un poder especial que debe poner al servicio de los
demás, y tal vez, aquella frase la cual dice “que un gran poder conlleva una
gran responsabilidad” este sobrevalorada, porque cualquier poder y aun su
ausencia deberían implicar compromisos y responsabilidades con los demás pues
siempre se puede hacer el bien.
*
Este no es un ejercicio del todo novedoso ya el profesor de filosofía Tom
Morris ha hecho algo similar por citar alguno de sus libros en Si Harry Potter dirigiera General Electric
(Planeta, Buenos Aires, 2006) es ambos casos, se trata de trasladar las reflexiones
que la cultura popular nos aporta acerca de la sabiduría en nuestro hacer
cotidiano.
[2] Son
facultades mentales que permiten controlar elementos de la naturaleza o en su
caso la clarividencia.
[3] X-men #1-5
[4] Comic book Uncanny X-Men, números 141 y
142, Marvel Comics, 1981.
[5] http://www.zonanegativa.com/los-otros-pecados-originales-de-charles-xavier/
de 28 de mayo de 2014
Etiquetas:
filosofía y cultura popular,
X-men y derecho
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